La candidata presidencial Sandra Torres rechazó ayer, al cierre de su campaña, autorizar el aborto y el matrimonio gay si gana el balotaje mañana frente al derechista Alejandro Giammattei.

“Vamos a proteger los valores y por eso estamos en contra del matrimonio entre dos hombres o dos mujeres, estamos en contra del aborto”, afirmó Torres en un efusivo discurso ante unos 2.500 simpatizantes en el parque del poblado de Mixco, al oeste de la capital.

La candidata de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) también prometió erradicar la pobreza, que afecta a 59,3 % de los 17,7 millones de guatemaltecos, así como la desnutrición crónica que sufren 46 % de los niños menores de cinco años.

Para ello dice que retomará los programas sociales que impulsó el gobierno de su exesposo, el expresidente Álvaro Colom (2008-2012), inspirados en iniciativas aplicadas en Brasil como los comedores solidarios, la entrega de alimentos y aportes monetarios a familias pobres.

Sin embargo, Torres evitó hacer alusión a cómo enfrentaría la migración que emprenden miles de guatemaltecos a Estados Unidos, buscando escapar de la miseria y la violencia.

Tampoco mencionó el reciente acuerdo con Estados Unidos para convertir a Guatemala en “tercer país seguro”, por el que recibiría migrantes mientras tramitan su permiso de asilo en el país norteamericano.



Giammattei el favorito

Por su parte, Alejandro Giammattei, quien busca por cuarta vez la presidencia de Guatemala, es un médico que promete combatir la inseguridad con acciones drásticas, como revivir la pena de muerte y tratar a las violentas pandillas como terroristas.

Según el portal de investigación guatemalteco Nómada, el aspirante es conocido por sus allegados por su carácter iracundo y su falta de control.

“Quienes lo rodean aseguran que (Giammattei) es alguien impulsivo, enojado, iracundo, con poco control, déspota, tirano, impredecible, caprichoso, vengativo, incontrolable, con nula inteligencia emocional”, según el portal investigativo.

Giammattei admite además que la migración de guatemaltecos a EE.UU. continuará porque es un problema “estructural” debido a la pobreza, aunque construyan muros y envíen soldados a la frontera para desanimar a las personas que van a buscar el “sueño americano”.